Todas las mañanas a las 6.30 am 350 monjes budistas recorren las calles de la ciudad en busca de alimentos, los cuales son provistos por los lugareños y algun que otro turista que se anime a levantarse muy temprano. Nosotras lo hicimos una mañana fria y de llovizna, lo que nos hizo volver de inmediato a la cama.
El desayuno por supuesto con lao coffee, excelente y tortas caseras, ya que el lugar tiene excelente reposteria, resabio de la colonizacion inglesa.
Durante el dia nos dedicamos a recorrer los templos que tiene la ciudad. Empezamos con el que esta dentro del complejo del Museo Nacional,y luego fuimos al templo de la montaña. Alli se reunen miles de personas para ver el atardecer, lo que es un espectaculo natural digno de apreciar para aquellos que, como yo, disfrutan mucho del ocaso.
POr la noche, como cada noche, la ciudad no ofrece mas que un paseo por el Night Market, en el cual comimos buffet vegetariano.Alli conocimos a un profe de la Univ de New York.
Terminamos el dia pensando en viajar en avion.
